lunes, 1 de abril de 2013

yo, canibal

Me voy a morder los dedos para no pedirte una noche más mirando las estrellas. Quizá muerda la noche, para que pronto sea de día. 

Morderé la mañana, que llegará sin tu luz entre las sábanas. Que sea solo de día, pero sin la tarde de domingo.

Sin el domingo completo, mejor. Morderé el domingo, para que cambie de forma.
Morderé como muerdo estas ganas, este extraño deseo de que no pase lo que pasa. 

Morderé el amor, me iré caminando con sus restos brotando en las mejillas.

Tan canibal, me morderé para ya no doler en reposo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

tengo que aprender a volar, entre tanta gente de pie

Miro Buenos Aires pasar desde la ventana del auto y mis ojos rebalsan. La cena con mis viejos fue el homenaje silencioso, un brindis dedicado sin nombrar. Suenan los libros de la buena memoria y papá habla sobre los tigres en la lluvia. Estamos tristes, queremos que no nos duela y estamos tristes... Quiero que gane la felicidad de haber crecido con semejante inspiración, pero ahora lloro. Porque es algo más que un músico, es un artista de esos que se te meten bajo la piel y te quedan ahí contenidos. Es un ser querido. Ahora duele decirte chau, Luis. Ya sos ángel, y yo te seguiré cantando hasta que se apague la eternidad.

martes, 13 de septiembre de 2011

actually... all you need is love

a este amor me lo vivo entero, sin pausas, como viajando en medio de la ruta con la cabeza fuera del auto. como una niña jugando en la bañera hasta que los dedos se arrugan. como la risa incontenible que te da lágrimas. me lo vivo ASÍ

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Me aburrí de estar desconforme con todo. Esta bien, trabajo en otro horario, ponele. Soy de las que van cuando todos vuelven, de las que pululan por el departamento un martes a las tres de la mañana y los sábados atienden pasajeros con las secuelas de un viernes pero a los 30 (si, a meses de cumplirlos ya los tengo re puestos, tengo estirpe de treitañera). Ibuprofeno 400 directo es mi brunch.

Igual estoy re feliz, y con el re no me hago la irónica. Obvio que por los poros me sale el puto gen de disconformidad crónica. Porque en algún rincón algo sucio siempre hay, y te puedo dejar los platos apilados una semana pero detono con una pelusa sobre la videocasetera (o reproductor de VHS, también). Bueno, lo mismo pero con la humanidad.

Entonces me cansé de ser tan yo negativa, porque me haré cargo de la pavada que elegí. Y así pataleo con el quilombo cotidiano, que me empieza a gustar. Nunca fui muy dancing with the stars, sino más bien un bailando (léase malabar) por un sueldo. Tan tranquila andaba con el yo que me gané en alguna lotería matutina del conurbano, que me encontré con los ojos más bonitos, más color miel, más mevolviunapelotuda, que si atino a retomar algún rezago de elmundoesunamierda, debería ser expulsada del mundo y reencarnar en un supositorio.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Me pasa que me puedo despojar de muchas cosas, incluso del juicio del ojo ajeno en miles de situaciones, pero cuando me siento a escribir los dedos se me enredan buscando combinar letras y frases que resulten interesantes para un lector potencial que nunca deja de ser potencial porque nada conforma a esta cabecita que dispara ideas para todos lados pero que nunca llegan un lápiz o teclado. Le echaría la culpa a mis años de periodista sin ganas, épocas en las que escribía con un tono que apenas podía soportar. Pero ya no hay editores, ni sumarios ridículos, sólo fantasmas pelotudos que viven en mi cerebro. Me falta terminar de bajar esa idea de que no escribo para gustar, escribo porque me da ganas.

No existe el placer hasta que no metes al egoísmo de la autocompasión en un taxi y lo dejas paseando hasta que se pierde entre las calles cósmicas del infinito.

“Bienaventurados quienes saben das sin recordarlo, y recibir sin olvidarlo”, dice este pequeño manuscrito que cita a un tal San Agustín.

El foco hoy no está en revolverme las tripas buscándome sentido solo desde acá. Esta casa, esta mesa, esta cocina. Estos ambientes saben que alguien llega para despertarte, y no se olvida el paso de un ángel. Te pasa la posta, te alcanza la banderita para que siga pululando de mano en mano. No hay cursilería cuando se es libre, sólo poesía cruda sin frases erradas. Crudos y sin tratamiento previo, somos mas ricos.

(Esto de la libertad implica bajarse una botella de cerveza viendo la repetición del programa de la canosa)

lunes, 20 de junio de 2011

roller coaster

sonriendo de adentro hacia afuera. así estoy. y se siente lindo.